Tiempo más tarde
Es el primer cumpleaños de Camilo
Casa Rocket --- Día siguiente, temprano por la mañana
El sol apenas asomaba por las ventanas cuando Leo bajó las escaleras con Camilo en brazos. El pequeño estaba envuelto en su mantita azul con dibujos de estrellas, bostezando y restregándose los ojitos.
Buenos días, cumpleañero -susurró Leo con una sonrisa mientras le daba un beso en la frente.
Camilo soltó un pequeño “aaah” como si respondiera, apoyando su cabecita en el hombro de su hermano mayor..
Al llegar a la cocina, ya se olía el aroma a pan tostado, mantequilla y chocolate caliente. Nicholas había madrugado para ayudar, mientras Isa se encontraba parada en una silla junto a la mesa, poniendo con cuidado las servilletas con dibujitos de cumpleaños.
¡Feliz cumple, Cami! -dijo Isa apenas lo vio, agitando una maraca de juguete.
Leo sonrió y colocó a Camilo con suavidad en su trona. El pequeño ya más despierto empezó a mover sus piernitas de emoción.
Mira quién ya está listo para su desayuno especial -dijo Nicholas, sirviendo en una tacita con piquito un poco de leche chocolatada tibia, perfectamente segura para el cumpleañero.
Leo lo recibió y se la dio a Camilo, que comenzó a beberla con gusto, haciendo pequeños ruiditos de satisfacción. Pronto, su carita se llenó de un bigote marrón adorable.
¡Miren esos bigotes de chocolate! -exclamó Leo entre risas, sacando el celular para tomar una foto.
¡Es el bebé más bigotón del mundo! -añadió Isa, también riéndose, mientras le limpiaba la barbilla con una toallita.
Osvaldo apareció medio dormido, con el pelo despeinado, pero al ver la escena sonrió.
¡Feliz cumple, enanito! -le dijo, despeinándole con cariño la cabecita a Camilo.
Camilo respondió con una carcajada contagiosa que hizo que todos se rieran.
En la mesa ya estaban los platos preparados: mini pancakes con caritas felices hechas con frutas para todos los niños, jugo natural y pan con mantequilla. Isa ayudó a repartir los platos mientras Leo sostenía a Camilo y le daba trocitos de banana.
Este es tu primer cumpleaños, Cami -dijo Leo, mirándolo con ternura.- Y vamos a hacerlo inolvidable.
El pequeño aplaudió con sus manitos chiquitas y Leo lo llenó de besos ruidosos.
¡Te amamos, Camilo! -dijeron todos al mismo tiempo, casi como un ritual mágico que llenó la cocina de calidez y amor.
Días más tarde estaba Leo terminando de bañar a Isabela y Camilo
Ambos diablitos querían empapar a su hermano mayor y lo lograron Leo debió cambiarse la remera antes de la cena
Después de cenar Leo se quedó mirando la tele con sus hermanitos pequeños
Nicho y Osva ya estaban dormidos
Después de como una hora de mirar la televisión Camilo termino dormido en el pecho de su hermano mientras que Isa usaba las piernas de Leo como almohada....
Leo con cuidado llevo primero a Cami a su cuna y luego a Isa la alzó con cuidado y la dejo en su camita Isa balbuceo un "te quiero"
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